¿Cómo hacer para que no me dé pena?
La autocompasión suele estar asociada a los fracasos o decepciones que hemos experimentado en la vida. Puede ser una respuesta natural a tales acontecimientos y, si se utiliza de forma constructiva, puede ayudarnos a crecer y aprender de nuestras experiencias.
Sin embargo, la autocompasión también puede convertirse en un hábito poco saludable que persiste durante demasiado tiempo y tiene efectos adversos en nuestra salud mental.
La autocompasión es un tipo de lástima que dirigimos hacia nosotros mismos. Nos compadecemos de nosotros mismos porque nos ha pasado algo malo o porque creemos que hay cosas injustas sobre nosotros.
Cuando nos compadecemos de nosotros mismos, significa que somos poco amables con nosotros mismos e incluso nos juzgamos o condenamos como si no fuéramos lo suficientemente buenos.
Este artículo explorará las razones por las que podemos caer en la autocompasión y lo que podemos hacer para evitar caer en ella siempre que sea posible.
¿Por qué nos compadecemos de nosotros mismos? Podemos sentir lástima de nosotros mismos cuando nos ocurre algo malo, como una ruptura o la pérdida del trabajo, o cuando creemos que hay cosas injustas sobre nosotros.
- Que nos pasen cosas malas: Cuando nos pasa algo malo, mostramos compasión hacia otros a los que les ha pasado lo mismo. Pero es probable que dirijamos nuestra compasión hacia nosotros mismos en lugar de hacia los demás.
Nos compadecemos de nosotros mismos y nos sentimos mal porque somos nosotros los que hemos tenido el mal. Esto puede ocurrir cuando hemos tenido una decepción en la vida, como suspender un examen o perder una oportunidad de trabajo.
si algo va mal en nuestra vida, como estar implicados en un accidente de coche o que nuestra casa o nuestras pertenencias resulten dañadas en una inundación.
En algunos casos, podemos sentirnos mal porque a otras personas les han ocurrido cosas malas, como una muerte en la familia. Lo malo que le ha ocurrido a otra persona puede hacernos pensar en nuestra propia mortalidad, lo que puede hacernos sentir lástima por nosotros mismos.
- Cosas injustas sobre nosotros: A veces, sentimos pena por nosotros mismos porque creemos que hay cosas injustas sobre nosotros.
Podemos sentirnos así por nuestro aspecto físico, como ser demasiado bajos o tener un rasgo facial que no nos gusta, o por algo de nuestra personalidad, como ser tímidos o tener poco carácter.
También podemos sentir lástima por nosotros mismos porque pensamos que somos menos afortunados que otras personas, por ejemplo, si tenemos menos dinero que otros o hemos sufrido muchas tragedias en nuestra vida.
Reconocer la importancia del autocuidado, Cuanto más tiempo pasamos compadeciéndonos de nosotros mismos, menos tiempo tenemos para hacer cosas que son importantes para nuestra salud y bienestar, como dormir lo suficiente, comer de forma saludable.
participar en actividades sociales, así como realizar actividades que nos ayuden a aprender de nuestras experiencias, como escribir un diario.
El autocuidado es esencial para nuestra salud mental, y cuando pasamos demasiado tiempo compadeciéndonos de nosotros mismos, no tenemos energía para practicarlo.
Es importante reconocer lo importante que es el autocuidado y hacer el esfuerzo de hacer las cosas que son buenas para nuestra salud mental, como dormir lo suficiente, comer sano y pasar tiempo con los amigos y la familia.
- Dejar de rumiar y seguir adelante: Cuando nos compadecemos de nosotros mismos, es probable que rumiemos, es decir, que nos dediquemos a pensar de forma repetitiva y poco útil en las cosas que nos han sucedido.
Podemos rumiar lo malo que nos ha pasado, como suspender un examen, o las cosas injustas sobre nosotros, como ser demasiado bajos. Rumiar puede aumentar los sentimientos de tristeza y arrepentimiento, lo que puede dificultar la superación de nuestras experiencias.
Para dejar de rumiar, podemos realizar actividades que nos ayuden a superar lo ocurrido. Podemos escribir un diario sobre nuestras experiencias para ayudarnos a procesarlas y soltar las emociones negativas que sentimos.
Podemos hablar con un amigo sobre lo que nos ha pasado para que nos apoye emocionalmente o para que nos aconseje cómo seguir adelante. Podemos realizar actividades físicas, como dar un paseo o hacer ejercicio, para ayudarnos a despejar la mente.
Intentar ver las cosas desde una perspectiva diferente, A veces, nos compadecemos de nosotros mismos porque no vemos las cosas desde una perspectiva diferente.
Esto puede ocurrir cuando estamos experimentando muchas emociones negativas, como la tristeza, el arrepentimiento y la ira, que nos dificultan pensar con claridad.
Cuando estamos experimentando esas emociones, podemos intentar ver las cosas desde una perspectiva diferente para ayudarnos a soltar las emociones negativas y sentir menos pena por nosotros mismos.
Podemos intentar ver las cosas desde una perspectiva diferente haciéndonos preguntas como "¿Cómo me sentiría si las cosas hubieran ido de otra manera?" o "¿Cómo me sentiría si fuera otra persona que hubiera experimentado estas cosas?"
También podemos intentar realizar actividades que nos ayuden a pensar con más claridad, como hacer ejercicio o dar un paseo por la naturaleza.
La autocompasión es un tipo de lástima que dirigimos hacia nosotros mismos. Es una reacción natural a las cosas malas que nos ocurren o a las cosas injustas sobre nosotros, pero puede convertirse en un hábito poco saludable.
Es importante reconocer los signos de autocompasión y evitar caer en ella siempre que sea posible. La autocompasión hace que nos compadezcamos de nosotros mismos y que rumiemos nuestras experiencias, lo que puede hacer que nos resulte más difícil superarlas.
La autocompasión también puede afectar a nuestras relaciones con los demás, ya que puede hacer que seamos poco amables con los demás y con nosotros mismos.
Para evitar caer en la autocompasión, podemos reconocer la importancia del autocuidado, dejar de rumiar y tratar de ver las cosas desde una perspectiva diferente.
Nieves Sanz es una abogada y escritora que escribe en español desde 2006. Actualmente vive en Valladolid, España, donde trabaja como abogada y editora. Su carrera literaria comenzó con la publicación de su primer poemario titulado «Tiempo» por Litoral Ediciones en 2013.
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