¿Cómo saber si le gustas a una persona reservada?

Es fácil suponer que alguien que es callado, reservado o sin pretensiones no te corresponde. Al fin y al cabo, si estuvieran interesados en conocerte mejor, ¿no se habrían esforzado más?

Sin embargo, la timidez y la reserva no son lo mismo; muchas personas reservadas ocultan sus verdaderos sentimientos porque les da vergüenza revelarlos. Puede que les resulte difícil expresarse en una nueva situación social o que se sientan intimidados por los demás debido a su auto percepción de torpeza.

Por ello, puede ser un reto para una persona reservada hacer saber a alguien cómo se siente. Sin embargo, hay formas de saber si le gustas a una persona reservada.

Sonríen cuando les saluda

Si le gusta a una persona reservada, es probable que sonría cuando la salude. La sonrisa podría ser tímida, pero podría ser genuina. Si una persona reservada sonríe cuando la saludas, podría significar que se siente cómoda cerca de ti y quiere demostrarte que disfruta de tu compañía.

Sin embargo, si una persona reservada no sonríe cuando la saludas, no significa necesariamente que no le gustes. Puede que esté cansada o preocupada, o que simplemente sea introvertida.

Responden a tu saludo y siguen conversando contigo

Si le gustas a una persona reservada, es probable que responda a tu saludo y siga conversando contigo. Si no responden a tu saludo, podría significar que su introversión se ha convertido en timidez. Si no recibes respuesta de la persona reservada, intenta iniciar una interacción con otra persona o abandona el evento. Sin embargo, si la persona reservada sigue conversando contigo, podría significar que te has ganado su confianza.

Te miran mientras te hablan, en lugar de apartar la mirada

Si le gustas a una persona reservada, es probable que te mire mientras te habla en lugar de apartar la mirada. En lugar de apartar la mirada, es posible que te mire y mantenga el contacto visual. Si no le interesas, lo más probable es que desvíe la mirada y rompa el contacto visual porque se siente avergonzado o inadecuado.

Si la persona reservada te mira y mantiene el contacto visual mientras conversa contigo, podría significar que está interesada en conocerte mejor. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las personas tímidas suelen encontrar incómodo el contacto visual y, por tanto, lo evitan.

Si la persona reservada te mira pero evita el contacto visual, no te lo tomes como algo personal. Puede que esté interesada en conocerte mejor, pero no sabe cómo demostrarlo.

Se inclinan hacia usted o intentan tocarle mientras hablan

Si le gustas a una persona reservada, puede inclinarse hacia ti o intentar tocarte mientras te habla. Si no le interesas, lo más probable es que se mantenga erguido y evite tocarte. Si la persona reservada se inclina hacia ti o intenta tocarte mientras habla contigo, podría significar que está tratando de mostrarte que está interesada en conocerte mejor.

Se ríen de tus bromas y responden cuando les hablas a solas

Si le gustas a una persona reservada, es probable que se ría de tus chistes y responda cuando le hablas a solas. Si no responde a tu chiste, puede significar que no lo ha entendido, que no le ha parecido gracioso o que no está interesado en ti. Si la persona reservada se ríe de tus bromas y responde cuando hablas con ella a solas, podría significar que disfruta de tu compañía.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los introvertidos pueden reírse de tus chistes porque sólo están siendo educados. Si la persona reservada se ríe de tus chistes y además inicia la conversación contigo cuando están solos, es más probable que esté interesada en ti.

Si una persona reservada muestra estas señales, es probable que tengas su interés. No tengas miedo de dar el siguiente paso y ver si ellos sienten lo mismo. Si muestra alguna de estas señales, pregúntale qué piensa del evento o qué ha hecho últimamente. Esto le dará a ambos la oportunidad de conocerse mejor.

Nieves Sanz

Nieves Sanz es una abogada y escritora que escribe en español desde 2006. Actualmente vive en Valladolid, España, donde trabaja como abogada y editora. Su carrera literaria comenzó con la publicación de su primer poemario titulado «Tiempo» por Litoral Ediciones en 2013.