¿Por qué no hablo con nadie?

Convertirse en adulto es un trabajo duro. Es una época estresante llena de nuevas responsabilidades, cambios en el estilo de vida y temores interminables de no estar a la altura de los retos que nos esperan.

A esta edad, puedes sentir que todo el mundo tiene amigos menos tú. Quizá sientas que nadie te entiende o que ya no puedes relacionarte con tus compañeros de instituto.

El mundo real puede dar mucho miedo cuando no tienes muchos amigos o conocidos con los que compartir tus experiencias, Si no tenemos cuidado, nuestro miedo por sí solo puede llevarnos a un mayor aislamiento en lugar de salir de él.

Algunos consejos amistosos de alguien que también ha pasado por eso.

  • Saber dónde encontrar amigos, Busque personas en su vida cotidiana que ya sean amistosas con usted. Si te cortan el pelo y el peluquero te conoce lo suficiente como para mantener una conversación contigo, es un buen comienzo.

Tal vez tengas un vecino que siempre anda por ahí y parece lo suficientemente amable como para charlar contigo.

Si tienes que conocer gente nueva, puedes participar en actividades que te ayuden a conocer gente nueva mientras aprendes una nueva habilidad.

Si te gusta la lectura, puedes ir a un encuentro local en el que puedas comentar lo que has leído. Si te gusta la música, puedes ir a un concierto en el que conozcas a gente afín.

Si te gusta el yoga, puedes ir a una clase de yoga que acoja a principiantes. Si te gusta viajar, puedes ir a un viaje con una compañía de viajes que acoja a personas que están empezando a viajar.

  • Reconoce y acepta tus miedos, Podrás superar tus miedos si los entiendes. Cuando sepas a qué tienes miedo, podrás empezar a reducir su poder sobre ti. Siéntate y piensa en las personas con las que has intentado quedar. ¿A qué le tienes miedo?

Algunos de los miedos más comunes, se pueden vencer mediante la aceptación.

  • Ansiedad social: Temes la presión de tener que actuar bien en una situación social o de conocer a gente nueva. Es la fobia social más común. Pero nadie espera que actúes a la perfección.

No puedes controlar los nervios, pero sí la forma de responder a ellos. Puedes prepararte investigando los temas de conversación y practicando con un buen amigo.

  • Autoestima: Temes no gustar a los demás porque no te gustas a ti mismo. Puede que hayas tenido una infancia difícil o que hayas sufrido una baja autoestima durante mucho tiempo.

Pero la mayoría de la gente lo ha hecho. No hay que avergonzarse de pedir ayuda y aprender a quererse a uno mismo.

  •  Perfeccionismo: Temes que los demás te juzguen y te consideren indeseable. Los perfeccionistas no hacen muchos amigos porque están demasiado ocupados tratando de ser perfectos.

No puedes controlar la opinión de los demás sobre ti. Sólo puedes controlar tu comportamiento.

  • Miedo al cambio: Temes que los demás esperen que cambies tu forma de ser. La gente no puede cambiarte, sólo puede elegir si quiere ser tu amigo.
  • Miedo al éxito: Temes que los demás te quieran demasiado o quieran demasiado de ti. Las personas con éxito suelen sentirse agobiadas por las expectativas de los demás. Tienes que aprender a decir que no sin sentirte culpable.
  • Tómate tiempo para cuidar de ti mismo, Cuida tu salud física. Come bien, haz ejercicio y duerme lo suficiente. Socializar puede ser una actividad estresante.

Si no estás lo suficientemente sano físicamente, estarás demasiado agotado para disfrutar de la compañía de los demás. También debes cuidar tu salud mental. Esto incluye tener suficiente tiempo para relajarse y desconectar y pasar tiempo de calidad con uno mismo.

Cuida tu salud emocional hablando con un amigo o un profesional sobre cualquier situación difícil en tu vida. Si tienes problemas no resueltos de tu infancia y tu baja autoestima te lleva a aislarte, quizá quieras ir a terapia.

Cuidar de tu salud mental no es un capricho; es una necesidad. Es más probable que atraigas a tus amigos cuando estás relajado y feliz.

  • Establece una rutina, Si tienes una rutina activa, tendrás menos tiempo para sentirte solo. Puedes intentar unirte a un club, ser voluntario o empezar una nueva afición.

Algunas personas prefieren ir al trabajo y hacer allí su vida social. Sin embargo, si no tienes una profesión en la que puedas hacer amigos fácilmente, puede que no sea la mejor idea. Asegúrate de no aislarte hasta el punto de no ser saludable.

Tener una rutina es importante porque entrena a tu cerebro para que haga lo que tiene que hacer sin pensar en ello. Te ayuda a dejar de preocuparte por lo que los demás piensan de ti o por lo que tú piensas de ti mismo. Te da la libertad de ser tú mismo y de sentirte cómodo en tu propia piel.

  • No seas demasiado orgulloso para pedir ayuda, Pide consejo a tus amigos para hacer nuevos amigos. Si a menudo te sientes solo, puede que haya un problema que te impida conocer gente. Piensa en los lugares donde pasas el tiempo y en las actividades que realizas.

Puede que tengas que hacer cambios en tu vida para hacer nuevos amigos. Puede que tengas que ajustar tus expectativas sobre el tipo de persona que sería un buen amigo para ti.

Es posible que tenga que estar más abierto a nuevas experiencias. Puede que tengas que ser más visible en tu comunidad. La respuesta a tu soledad puede ser tan sencilla como pedir ayuda.

La amistad es algo que todos necesitamos como adultos. Los amigos nos ayudan a ser más generosos y amables, nos animan a asumir riesgos y nos ofrecen la oportunidad de expresar nuestro verdadero yo.

Hacer amigos de adulto puede ser un reto, pero también puede ser emocionante. Tienes la oportunidad de hacer nuevos amigos en tus propios términos, eligiendo a personas que comparten tus intereses y quieren las mismas cosas de la vida que tú.

Si te sientes solo y no sabes cómo hacer amigos de adulto, sigue los consejos de este artículo y haz el esfuerzo de acercarte a los demás.

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