Qué decir en vez de "Cómo estás" en una conversación
A menudo, cuando nos encontramos con una persona, la primera pregunta que hacemos es "¿cómo estás?". Esto es un hábito común, pero a veces podemos caer en la rutina y no darnos cuenta de que podemos hacer preguntas más interesantes y significativas.
En lugar de preguntar "¿cómo estás?", Podríamos preguntarle a la persona qué ha estado haciendo últimamente o si hay algo en lo que esté pensando. Estas preguntas pueden ayudar a iniciar una conversación más interesante y pueden ser más fáciles de responder que una pregunta genérica.
Hay muchas alternativas a la frase "¿Cómo estás?":
- "¿Qué tal?": Esta es una forma más informal de decir "¿Cómo estás?" y se usa más entre amigos o conocidos.
- "¿Qué hay?": También es una forma informal de decir "¿Cómo estás?", aunque se usa un poco menos que "¿Qué tal?"
- "¿Cómo te va?": Esta es una forma más neutral de decir "¿Cómo estás?", y se puede usar tanto con amigos como con personas que no se conocen muy bien.
- "¿Cómo te sientes?": Esta es una forma más personal de decir "¿Cómo estás?", y se suele usar cuando se quiere saber cómo alguien se está realmente sintiendo en un momento dado.
¿Cómo responder cuando te preguntan cómo estás?
Hay muchas maneras de responder a la pregunta "¿Cómo estás?":
- "Bien, gracias."
- "Muy bien, gracias."
- "No puedo quejarme."
- "¿Cómo debería estar?"
"Cómo estás" de manera informal
Todo bien, ¿Y tú?
¿Cómo estás en formal?
Estoy bien, gracias. ¿Y usted?
Cómo preguntar sin presionar
A menudo, cuando estamos hablando con otras personas, podemos sentir la necesidad de hacer preguntas para obtener más información. Sin embargo, a veces podemos hacer preguntas que pueden sonar como si estuviéramos presionando a la otra persona para que nos dé una respuesta. Esto puede ser incómodo para la otra persona y puede hacer que se sienta como si no tuviera ningún control sobre la conversación. Si quieres hacer preguntas pero no quieres que parezcan que estás presionando, aquí hay algunas cosas que puedes hacer:
- Trata de hacer preguntas abiertas en lugar de preguntas cerradas. Las preguntas cerradas requieren que la otra persona responda de una manera específica, mientras que las preguntas abiertas le permiten a la otra persona responder de la manera que elija. Esto puede ser más fácil de hacer si te concentras en hacer preguntas que comiencen con "¿Qué" o "¿Por qué" en lugar de "¿Cuándo" o "¿Dónde".
- Trata de hacer preguntas en lugar de afirmaciones. Las preguntas requieren que la otra persona responda, mientras que las afirmaciones no. Esto puede hacer que la otra persona se sienta más cómoda y menos como si estuviera siendo interrogada.
- Trata de usar el lenguaje corporal adecuado. Cuando hagas preguntas, asegúrate de que tu lenguaje corporal no haga que parezca que estás amenazando o intimidando a la otra persona. Por ejemplo, evita cruzar los brazos o ponerte de pie muy cerca de la otra persona. En su lugar, trata de mantener una postura abierta y relajada.
Si sigues estos consejos, deberías poder hacer preguntas sin que parezca que estás presionando a la otra persona. Recuerda que la clave es hacer que la otra persona se sienta cómoda y respetada. Si la otra persona se siente amenazada o intimidada, es probable que no quiera responder a tus preguntas.
La forma en que nos dirigimos a los demás puede tener un gran impacto en la forma en que nos sentimos. Cuando nos dirigimos a los demás de una manera positiva, nos sentimos mejor.
Aunque "¿Cómo estás?" es una frase común y tal vez inofensiva, a veces puede ser mejor evitarla. Esto se debe a que la forma en que respondemos a esta pregunta puede revelar más de lo que podríamos querer.
Por ejemplo, si estamos teniendo un mal día, podríamos ser más propensos a ser bruscos o negativos en nuestra respuesta. En cambio, si respondemos de manera entusiasta o positiva, esto podría hacer que la otra persona se sienta obligada a responder de la misma manera. En general, es mejor evitar hacer preguntas que requieren más de una palabra de respuesta, ya que esto puede conducir a conversaciones superficiales o forzadas.
Nieves Sanz es una abogada y escritora que escribe en español desde 2006. Actualmente vive en Valladolid, España, donde trabaja como abogada y editora. Su carrera literaria comenzó con la publicación de su primer poemario titulado «Tiempo» por Litoral Ediciones en 2013.
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